¿Cuándo comenzaste a escribir? ¿Qué fue lo que te introdujo el gusanillo de la escritura en las venas?
Comencé muy joven, con 8 años ya había terminado mi primera novela corta, titulada ROCA. Y el gusanillo me lo metió mi abuelo, que me animaba tanto a leer como a redactar. Premiaba mis textos con pequeños detalles y eso, siendo un crío, me llenaba de orgullo.
¿Tienes algún truco a la hora de escribir que quieras compartir con nuestros lectores?
Organizar y planificar muy bien la novela a la hora de escribir e intentar ponerse a trabajar todos los días. Sé que es algo que no le funciona a todo el mundo, pero desde luego es mi truco.
¿En qué te inspiras para escribir tus historias?
En la realidad. Todas mis historias han surgido producto de una noticia, un gran acontecimiento, un hecho histórico o una vivencia personal. Luego ya creo una ficción, pero la realidad siempre es mi punto de partida.
¿Te has enfrentado alguna vez a la página en blanco? ¿Qué hiciste para superarlo?
No, la verdad. Llevo escribiendo nada menos que 36 años y jamás me ha sucedido. Me pasa justo lo contrario: me falta tiempo para abordar todos los proyectos que me vienen a la cabeza. He escuchado a muchos autores hablar del asunto, pero por fortuna nunca me ha ocurrido.
Bueno, una forma de vida. Es un entretenimiento y un oficio. Una de esas pasiones, como correr, que te regalan muchas alegrías pero que necesitan de un largo sufrimiento para alcanzar metas.
¿Te basas en personas reales para construir tus personajes?
Sí, siempre. No en una en concreto. Creo fichas de los personajes y son una mezcla de dos o tres personas que tengo como referencia; considero que me ayuda a hacerlos más creíbles. De vez en cuando, un personaje está basado sólo en una única persona real, pero no es lo habitual.
¿Qué tiene que tener un buen personaje para que atraiga al lector?
Ojalá lo supiera. En mi caso sé que Ethan Bush y el padre Salas han calado hondo en los lectores, y son muy diferentes. Pero quizá sí deben de tener algo especial, una personalidad muy marcada. Ethan está lleno de defectos y el padre Salas es un ejemplo de virtud. Ambos han fascinado a los lectores de todo el mundo.
¿Cuál es tu objetivo a la hora de escribir una historia?
Depende de la historia. Una veces es entretener, sin más; otra denunciar; en ocasiones hacer reflexionar al lector… Escribo sobre temas muy variados.
¿Prefieres escribir novela o relato?
Novela. De adolescente escribía muchos relatos y gané muchos premios. Pero ahora casi sólo escribo novelas y manuales. También he abandonado la poesía, que me dio muchas alegrías de joven.
¿Qué es más difícil de escribir? ¿Una novela o relato?
La novela supone un reto titánico. Mantener el ritmo, el tono, la solidez de los personajes y una buena estructura a lo largo de meses de escritura es muy complicado. El relato es complejo porque debes contar una historia en muy pocas páginas; una historia potente. Cada una tiene sus dificultades.
¿Tienes algún tipo de manía al escribir?
Muchas. Me podría pasar horas, y no es cuestión de aburrir. Por ejemplo suelo escribir por las tardes, desde hace muchos años. Y siempre tomo las notas a mano, creo el argumento, las fichas y el desarrollo a mano, en un cuaderno que estreno para cada novela. Soy un maniático del orden y la planificación.
¿Escribes con papel y bolígrafo o con ordenador?
Como comentaba: todo el esquema, el armazón y las fichas; a mano. Luego la novela, por comodidad, en ordenador.
¿Lo tienes todo bien atado cuando comienzas a escribir una historia o prefieres ir improvisando sobre la marcha?
Jamás improviso. Lo tengo todo atado y bien atado. Incluso necesito tener el título y la portada (o un boceto de la misma) antes de arrancar. No soy capaz de hacerlo de otra manera. Mis personajes no tienen vida, como oigo decir por ahí; soy yo el que les da la vida y el que decide su destino.
¿Qué es lo que mejor se te da y lo que peor se te da a la hora de escribir una historia?
Lo mejor sin duda es la planificación. Lo peor es lograr que todos los personajes tengo un peso parecido. Siempre hay uno que destaca sobremanera. Me lo suelen criticar, y tienen razón los lectores.
¿Cuánto tiempo pasa desde que se te ocurre una historia hasta que terminas una novela?
Eso ha cambiado mucho desde que me dedico sólo a escribir (2013). Por ejemplo, EL RUMOR DE LOS MUERTOS me llevó diez años, que se dice pronto. Sin embargo ahora las de la saga Ethan Bush me llevan unos seis meses. Pero si hablamos en tiempo REAL trabajado, quizá dedique más horas ahora a una novela que cuando tenía que compaginar la escritura con un empleo.
¿Qué papel crees que tiene el marketing hoy día en el trabajo del escritor?
Fundamental. Soy experto en marketing y ha sido mi profesión a lo largo de dos décadas. Un mal producto, por muy marketing que tenga, jamás triunfará. Pero un buen producto tampoco lo hará sin marketing. De modo que hay que tener las dos cosas (no deseo ponerme técnico, pero de hecho el propio producto forma parte del marketing): una buena novela y un marketing excelente.
¿Cual crees que es el mayor error de un escritor?
Creer que ya lo sabe todo. Pensar que no tiene que dejarse la piel en cada nueva novela y que no debe seguir aprendiendo cada día.
¿Es mejor desarrollar la novela en un escenario conocido por el autor o es indiferente?
Para mí es necesario. Todas mis novelas se desarrollan en escenarios que conozco, aunque sea de un modo poco profundo. Pero necesito haber tenido contacto con sus paisajes, con sus gentes, con el ambiente, con la cultura… Sé que hay autores que escriben novelas geniales sin hacerlo, pero no es mi caso. No me siento capaz.
¿Quién se esconde tras el autor?
Un soñador. Un loco con una imaginación desbordante. Y alguien que necesita ser escuchado (leído) para poder subsistir.
¿Qué género/s te gusta escribir? ¿Por qué?
Terror, narrativa psicológica y novela policíaca. Son los que me hacen disfrutar más como autor y como lector.
Podeis saber más de Enrique Laso visitando su web.