¿Pensáis que un libro es un objeto lleno de hojas y letras que nos cuenta una historia o nos provee de conocimiento? Si es así, estáis en lo cierto. Pero como suele decirse, siempre hay una excepción que confirma la regla. En el mundo de los libros hay muchas excepciones. Estas son tres de ellas.
Manuscrito Voynich
Como no sabemos nada de él, la única manera de datar, más o menos, la edad del original es con las ilustraciones de personas humanas. Su forma de vestir, sus peinados... esas cosillas. Tras estudiarlos, los especialistas han llegado a la conclusión de que el libro de marras es del 1450 o cosa así.
¿Teorías? Pues como en todas estas cosas, las hay a montones. Hay quien dice que es un tratado de alquimia, otros que es un herbario. Incluso hay quien afirma que habla de energía nuclear. La más plausible nos dice que es una broma de alguna persona con más imaginación de la cuenta. ¿Quién sabe?
El libro de Thot
La leyenda nos dice que el libro fue escondido en lo más profundo del río Nilo y custodiado por serpientes. Pero un buen día, el príncipe Neferkaptah recuperó el libro y se lo llevó. A Thoth no le hizo ni puñetera gracia que un humano se llevara su libro así que mató a su mujer y a sus hijos. Neferkaptah, desolado por la perdida, se suicidó y fue enterrado junto al libro.
El espíritu del principe quedó atado para siempre a su cuerpo y, años después, otro humano espabilado profanó su tumba. El fantasma trató de avisarle, pero nada, ni puñetero caso. Setne Khamwas, que así se llamaba el ladrón, se llevó el libro para venderlo y forrarse. Pero ya sabeis lo que pasa con los hombres, que tiran más dos tetas que dos carretas, así que fue seducido por una chica muy mona. la chica mona le obligó a matar a su mujer y a sus hijos. Setne, acojonado, decide devolver el libro a la tumba de Neferkaptah.
Me llama la atención que Thoth se empeñe en matar a las esposas y los hijos de la gente que roba el libro. ¿No es más facil matar al ladrón? No sé, son cosas mías.
Codex Seraphinianus
Pero parece ser que el tal Serafini se levantó ese día con ganas de dar la tabarra porque, no contento con hablar de algo que nosotros no somos capaces de comprender, decide hacerlo en el idioma de ese mundo. ¿Conclusión? Que si no fuera por las ilustraciones no tendríamos ni pajolera idea de lo que está hablando.
Evidentemente, más que un libro o una enciclopedia, el Codex Seraphinianus es una obra de arte, ya que el propio autor reconoció en su momento que su intención al escribirlo era conseguir que el lector recuperara la inocencia de cuando se es niño y aun no se sabía leer y todas las imágenes nos sonaban a chino.
Hay muchos libros misteriosos y curiosos más, pero si siguiera hablando de ellos, tendría que escribir un libro y con el Universo Quinox ya voy servido por ahora. Quizá escriba una segunda entrada con más curiosidades. Mientras tanto... ¿conoceis vosotros alguno más? Si es así, no dudéis en comentar.
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