Cuando empecé a escribir Riverside Falls estaba en plena Stephen King Manía. Leí varios libros seguidos del genio del terror y, de alguna manera, me impregné de ese estilo y decidí seguir algunos de los consejos de escritura que da en su obra Mientras escribo.
Uno de los libros que leí fue La cúpula (Gran libro, gran serie, pero nada que ver el uno con la otra). Y Riverside Falls le debe muchísimo a La cúpula. No me tiemblan las manos al reconocer que intenté, guardando las diferencias, imitar el estilo del tito King. Le presté más atención al escenario, describiendo la ciudad como si de un personaje se tratara; he sido más detallista en esta última novela que con las del Universo Quinox o cualquiera de las novelas independientes. Que lo haya hecho bien o no, ya me lo diréis vosotros. Pero ha sido una experiencia interesante evolucionar como escritor.
¡A lo loco! ¡A lo loco se vive mejor!
Otro de los consejos que seguí de Stephen King fue el de improvisar. Normalmente hago un guión de la novela. A veces más básico, otras más detallado, pero siempre voy sobre seguro. Con Riverside Falls fue distinto. Simplemente escribí. Cogí un folio, un bolígrafo, y me lié.Cuando escribí la primera frase de la novela no tenía ni idea de por dónde iban a ir los tiros. Solo tenía dos nombres: el de uno de los personajes principales, Jack Mallory y el del pueblo, Riverside. No sabía qué iba a pasar, ni siquiera sabía qué tono iba a tener la novela, ni el género. Nada de nada. Solo me dejé llevar.
Ha sido divertido hacerlo así. Escribir la novela de esta manera, se parece mucho a leerla. No sabes qué va a pasar en la siguiente página y te sorprendes cuando tal o cual personaje decide tomar una decisión importante. O cuando sucede algo que no tenías previsto. Hace que la novela fluya de forma más natural. Además, es un ejercicio mental bastante interesante, que te obliga a buscar soluciones para que todo cuadre y tenga sentido.
Casi todo a mano
Otra de las diferencias con el resto de mis novelas es que está escrita prácticamente entera a mano. Eso es porque cuando la empecé a escribir estaba de vacaciones en Cádiz y se me olvido llevarme el ordenador portátil. Normalmente, me despierto muy temprano, bastante antes que mi novia, así que, entre las siete de la mañana que me despierto yo y las diez que se despierta ella, tenía que hacer algo para no aburrirme.Riverside Falls la he escrito a mano. La siguiente la escribo así. |
Resulta que, mientras Robin hacía sus cosas en el jardín de la casa que habíamos alquilado, cogí unos folios que había por allí, un bolígrafo y me puse a escribir. Imaginaos mi sorpresa cuando comprobé que escribir a mano me dejaba la mente más lúcida. Veía los detalles casi como si estuviera allí. El pequeño pueblo de Riverside Falls cobró vida en mi mente. Casi podía estirar la mano y palmear el hombro del capitán Ryan Fox o guiñarle un ojo a Lorenn Gueller. Todo estaba allí. Solo tenía que plasmarlo en el papel.
Evidentemente es más lento hacerlo así, pero los resultados creo que merecen la pena. No sé si la siguiente que escriba también la escribiré a mano, pero me lo estoy planteando.
En definitiva, Riverside Falls es una novela distinta a las anteriores pero que, creo, lleva mi sello. A pesar de tener algo más de detalle y descripción me parece que no me he pasado y, al menos según mis lectores 0, se lee rápido y bien. Hay misterio, algo de humor, enigmas y algunas sorpresas. Espero que os guste.
¡Lee ya el prólogo de Riverside Falls!
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