
La calle estaba vacía a esas horas. Víctor Alias se asomó a una esquina y observó. Su objetivo aún no había llegado, pero lo haría en breve. Estaba seguro. A su lado, Gregory Stanton se removió inquieto.
—No va a ser como tú crees —dijo al ver la sonrisa de ilusión de Alias.
—¿Por...