El otro día leí en Ebook Hermanos un estupendisimo artículo (como todos los que publican) sobre el bloqueo de escritor. ¡Ya sabéis! Esos momentos, o etapas, en los que un escritor no es capaz de escribir nada. Hay quien dice que eso no sucede, otros dicen que sí sucede, y otros dicen que puedes evitar que suceda.
Yo soy de la opinión de que el bloqueo de escritor sucede y no puedes evitar que suceda. Lo más que puedes hacer es desbloquearte una vez bloqueado. Así son las cosas. O así las veo yo. En el artículo nos hablan de qué tipos de bloqueos existen y como solucionarlos.
Yo he tenido esos bloqueos. No sé si más que nadie, o menos, o igual, pero los he tenido. Normalmente me suceden a mitad de una novela o al inicio, antes de empezarla. A veces, cuando empiezo una historia, me siento en mi ordenador con mi taza de café, mi perrita durmiendo debajo de la mesa, la casa en silencio, después de haber hecho mis 20 minutos de bici, recién duchadito, oliendo bien... Pongo mis dedos sobre el teclado y... no sale una mierda. Escribo un párrafo, no me gusta. Lo borro. Escribo otro. ¡Pero qué asco! Lo borro. Miro el guión previamente escrito. Esto no cuadra. Lo elimino. Reescribo el guión. Vuelvo a empezar con la historia. Escribo un parrafo. Nada, un desastre. Lo borro. Y así sucesivamente hasta que apago el ordenador, cojo el ebook y me pongo a procrastinar (qué palabra más fea ¿no?). Porque sí, leer en esas circunstancias es procrastinar. Siempre me digo: Voy leer un poquito, a ver si me inspiro. Pues no, no me inspiro. Eso es procrastinación. En vez de meterle mano a lo que tengo que hacer, me voy por otros derroteros como excusa para no hacerlo.
Pero aunque en esos momentos lo vea muy negro y piense que no voy a escribir una palabra decente nunca más en mi vida, eso no es así. La realidad es que todos estos bloqueos se superan. Solo tienes que poner los medios para hacerlo y darte tiempo.
Yo uso una serie de trucos para desbloquear la inspiración y que las ideas vuelvan a fluir. Por ejemplo:
Escribir a mano
Parece una chorrada, pero escribir a mano es distinto a hacerlo en el ordenador. No sé si será porque hay menos distracciones en un folio o porque la creatividad se potencia al escribir con bolígrafo. Pero la realidad es que soy más productivo en un papel que en el ordenador.Aquí, esperando a que se me pase el bloqueo de escritor |
Copiar una escena
No me refiero a copiar literalmente, sino a inspirarte en otra escena de una película, libro o serie (o videojuego, cualquier cosa que te inspire). Riverside Falls, por ejemplo, surgió así. Vi un capítulo de El mentalista que empezaba con los personajes principales acudiendo al escenario de un accidente de tráfico. Y empecé la novela con Jack Mallory acudiendo a un accidente de tráfico. Luego la escena no tenía nada que ver, aparte del accidente, pero me desbloqueó y todo fue fluyendo muy bien hasta terminar la novela.Pasar de guiones
Los guiones están muy bien. Te dan un camino a seguir y evitan que te pierdas. Pero a veces pueden convertirse en tu peor enemigo. Para mi, escribir una novela se parece mucho a leerla. Una de mis partes favoritas es diseñar la historia, ir descubriendo poco a poco qué sucederá y qué harán los personajes. Cuando escribo un guión, esa parte ya está hecha, con lo que redactar la historia pierde parte de su encanto. ¡Ya sé qué va a pasar! Así que si veo que el guión (si lo he hecho previamente) no funciona, paso de él y empiezo de cero. A lo loco. Descubriendo la historia.A otra cosa, mariposa
Si veo que la novela que tengo entre manos no va a ningún sitio, no me obligo a escribirla. Para mi no hay nada peor que escribir algo que no me llena. Tal vez me llene dentro de tres meses, o de dos semanas, o nunca. Pero forzarme a escribirlo no creo que sea la solución. Así que escribo otra cosa, otra historia completamente distinta. Muchas veces, es mejor no forzar la máquina.Hay veces en las es que estos trucos no funcionan todo lo bien que deberían, esto no es una ciencia exacta. En esos casos lo que hago es poner un poco de espacio entre la historia y yo. Me olvido de ella: juego al videojuego, recojo la casa, paseo a Robin, estudio algo de Community Management... A veces tarda, pero la inspiración siempre vuelve, si es que alguna vez se fue. Porque si una cosa es cierta en todo esto, es que el problema no suele ser la inspiración, sino la forma de enfocar la historia.
¡¡Saludos, Eternos!!
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